En algunas ocasiones ante circunstancias difíciles, surge la opción de prolongar acciones o la toma de decisiones, en la creencia de que dejar pasar el tiempo es el mejor aliado, en ciertos casos puede ser así. No obstante, es importante cuidar que esa conducta no se convierta en algo recurrente, por que del mismo modo, el aplazar decisiones y acciones puede ser contraproducente y causar daños permanentes, profundos e irreparables.
Esta conducta, al ser frecuente tiende a convertirse en lo que se conoce como la procrastinación.
La procrastinacion básicamente, es cuando posponemos de forma repetitiva actividades, responsabilidades, tareas, y/o trabajos que definitivamente tenemos que hacer. Para definirlo más fácil, es posponer. “Mejor lo dejo pa’ mañana”, “hoy estoy cansado, mañana mejor” “Hoy no, pero mañana sí”.
Psic. Andrea San Gil
Diversos autores han discurrido sobre el tema del uso del tiempo. Por ejemplo, el célebre escritor, abogado, político y filósofo ingles, Francis Bacon, considerado el padre del empirismo filosófico y científico expresó:
“comienza a hacer lo que quieras hacer ahora. No estamos viviendo en la eternidad. Sólo tenemos este momento, brillando como una estrella en nuestra mano, y derritiéndonos como un copo de nieve”.
Esto presenta una posición sobre cuando responder a los hechos, sugiere que se deben afrontar los desafíos cuando se presentan, ese es el momento que vivimos, es nuestra oportunidad. Además, nos advierte que el tiempo se va consumiendo como un copo de nieve, ya que no es infinito.
La procrastinación es susceptible a convertirse en un problema global en nuestra existencia, ya que puede afectar no solo la vida personal sino también la laboral.
En este orden de ideas, es importante que al advertir su existencia la abordemos con diligencia, racionalidad y de ser posible y necesario con ayuda profesional. Asi, seguramente evitaremos la incubación de problemas y conflictos que sin duda alguna disminuirán nuestra calidad de vida.
Ahora bien, ¿por qué esto, la procastinación, es tan malo? Por el simple hecho de que nos hace sentir frustrados, es un círculo vicioso de desmotivación y ansiedad, que nos aleja de nuestras prioridades y metas en la vida, dejar las cosas para después simplemente es un auto saboteo.
Psic. Andrea San Gil
Nuestras metas y objetivos de vida y de trabajo, están destinados a ser buenos indicadores para reconocer conductas orientadas a la procastinación. Thomas J. Vilord en su libro 1001 citas motivacionales para el éxito, afirmó:
“Si tienes metas y procrastinación no tienes nada. Si tienes metas y tomas medidas, tendrás lo que quieras”.
Las metas bien establecidas ayudan a percibir que tanto las logramos en los tiempos fijados. He allí un criterio que nos puede facilitar el distinguir cuando estamos asumiendo una actitud de procrastinación.
En este punto cabe la siguiente pregunta:
¿Por qué procrastinamos?
Algunos motivos por los cuales procrastinamos son:
- Miedo: por temor a enfrentarnos a retos o situaciones nuevas.
- Pereza y excusas: estoy cansado/a, no tengo ganas.
- Indecisión e inseguridad: estamos llenos de dudas y ni siquiera sabemos por donde comenzar por ejemplo quieres comenzar a leer un libro pero empiezas a investigar sobre libros y terminas no leyendo nada. O quieres comenzar a hacer ejercicios y comienzas a buscar cuales son los mejores ejercicios pero no accionas.
- Ansiedad y a la vez desorganización: Quieres hacer demasiadas cosas a la vez y terminas no haciendo nada.
- Dejar todo a última hora: y así termina ganándote el cansancio.
Es conveniente, tratar de identificar la presencia de estos motivos en nuestra actitud para afrontar de la mejor manera la dinámica que involucra una conducta procastinatoria. Es de recordar, en referencia a esto, lo expresado por Charles Dickens al afirmar:
“La procrastinación es el ladrón del tiempo”
La procrastinación: ¿qué podemos concluir de este tema?
Al practicar la procrastinación, se llega incluso a posponer reiteradamente, acciones y decisiones personales, de amplias y profundas consecuencias para nuestra vida en pareja, nuestra familia, amigos y relaciones interpersonales en general. Evidentemente en esos casos es fundamental recurrir a asistencia y ayuda profesional, ya que lo que está en juego puede ser nuestra felicidad y la de quienes nos rodean.
