Dentro de nuestro entorno social desarrollamos distintos tipos de relaciones, donde cada persona tiene una forma diferente de actuar y proceder, que la distingue de las demás, incluso que la puede hacer y parecer especial.
Aprender a diferenciar las relaciones basadas en una influencia social saludable, característica de las relaciones constructivas fundamentadas en dar y recibir; de aquellas que buscan ejercer un poder y control con un objetivo específico, obtener sus propios beneficios, convirtiendo a la otra persona en víctima.
En el segundo caso estamos en presencia de una manipulación psicológica o emocional, en la que el individuo ejerce una influencia indebida, generando un desequilibrio de poder que utiliza a su favor, valiéndose de chantajes y trucos con lo cual explota a la víctima para sus propósitos e intereses. Esto implica un acto de violencia psicológica.
Frases como “si me quisieras, no lo harías” o “tú decides, pero atente a las consecuencias”, expresiones aparentemente inofensivas; pero que producen un sentimiento de culpa o miedo que le permiten al manipulador lograr su objetivo.
La manipulación puede darse en cualquiera de los círculos donde te desenvuelvas, ya sea en tu medio laboral, familiar, social y con mayor frecuencia en las relaciones de parejas.
Las víctimas de la manipulación son personas inseguras, con baja autoestima, que anteponen sobre sus intereses, las necesidades y deseos de su manipulador, justificando en muchas ocasiones su conducta y experimentando sentimiento de culpa.
Reconoce el perfil de una persona manipuladora
Estar atentos a los rasgos que distinguen a una persona manipuladora y aprende a reconocerlos nos permite mantenerlos alejados:
- Son egocéntricos, actúan en función de propio beneficio.
- Con baja autoestima e inseguridad a pesar de mostrarse seguras y convincentes.
- Hábiles para detectar las debilidades de las personas y usarlas para sus propios beneficios, al punto de hacerlas perder su propia identidad.
- Irresponsables, pues se niegan a aceptar las consecuencias de sus actos, pues no creen que aprovecharse de las debilidades ajenas sea algo malo. Aunque lastimen a los demás, no sentirán remordimientos.
- Siempre logran que su víctima se sienta culpable o con miedo. Normalmente las personas manipuladas no se sienten manipuladas porque no lo saben, lo que sienten es culpa y/o miedo.
Estrategias un manipulador emocional
Los manipuladores emocionales se valen de distintas estrategias y métodos de manera interesada y premeditada:
- Amor excesivo es una de las tácticas empleadas por la persona manipuladora, se muestran atentas y adulantes, con el fin de conquistar a su víctima y ganarse su confianza, se esmeran en elogios, regalos y detalles.
- Infundir miedo. Es una de las estrategias de manipulación mental y emocional más usadas y efectivas.. Una vez que el manipulador descubre sus miedos, los exagera para asustar a la persona y lograr que haga lo que desea. En las relaciones de parejas, es común recurrir al miedo al abandono o a la sensación de indefensión.
- Aislamiento de la víctima de su entorno de relaciones importantes ya sea familiar, laboral, amigos, estudios, etc.
- Control de la información, lo que se conoce como luz de gas. El manipulador emocional se dedica a minar la confianza de su víctima distorsionando la realidad para adaptarla a su visión de lo que sucede, utilizando la mentira, llevando a su víctima en algunos a dudar de su capacidad crítica y su realidad.
- Castigo es el método de violencia psicológica empleado por el manipulador cada vez que la persona no cumple con sus exigencias, con comportamientos que buscan lastimar a la víctima. El castigo es aplicado de múltiples formas: arrebatos emocionales, humillaciones verbales, sarcasmos, evasión de sus necesidades emocionales y negación a afrontar el conflicto, manteniendo así el control de la situación.
- Actitud protectora, haciendo creer a su víctima que lo necesita y no podrá valerse por sí misma. La protección se convierte en un control total, generando una profunda relación de dependencia.
Es importante conocer e informarse sobre estas características y comportamientos, para determinar cuando se está ante una relación de manipulación. Una señal de alarma surge cuando predomina el sentimiento de tristeza y culpa.
¿Cómo salir o evitar una relación de manipulación emocional?
Para salir o evitar sumergirnos en una relación de manipulación emocional es preciso considerar ante todo tus derechos fundamentales como persona y establecer límites que deben ser respetados por todos a tu alrededor. Es importante atreverse a:
- Decir “no” de manera clara y con firmeza. Negarse a dar explicaciones y no ceder ante aquello que resulte incómodo. Los argumentos ante el manipulador son muestras de debilidad.
- Ante cualquier decisión, tomar tiempo para pensar, y valorar las respuestas a los planteamientos, eso permite demostrar que no se está dispuesto(a) a dejarse presionar. El manipulador busca respuestas inmediatas para tomar el control de la situación.
- Evitar el sentimiento de culpa, no permitir que palabras o actos generen sentimientos de culpa. Evaluar si el trato es de respeto, la solicitud es razonable y conveniente a nuestros intereses.
- Dar mayor relevancia a los actos que a las palabras, jamás permitir que dejen de lado nuestras necesidades. Las necesidades de ambos deben situarse en un plano de igualdad**.**
- Preguntar y clarificar ante cualquier solicitud que genere dudas, de esta manera demostramos que no estamos prestos a manipulaciones con facilidad.
- Establecer límites o distancia psicológica cuando no están siendo respetados los derechos, límites que no permitan acceder a la intimidad y te permitan mantener tu equilibrio emocional.
- Sentirse atrapado en una relación que hace daño y afecta nuestro equilibrio emocional, es señal de manipulación psicológica y emocional, puede requerir ayuda psicológica.
A pesar de que resulte difícil reconocer y aceptar cuando se está en una relación de manipulación emocional y psicológica, es necesario razonar y evitar el contacto con esa relación dañina y tóxica, y si esa relación se extiende a lo largo del tiempo, causa profundos daños a nivel psicológico en la persona que la sufre.
¿Crees estar en una relación de violencia emocional? Establece los límites para hacer respetar tus derechos. Ante una situación difícil, lo ideal es buscar ayuda psicológica cuanto antes.