El amor es un sentimiento que caracteriza la esencia humana, filósofos, escritores y poetas han escrito sobre el tema. El Diccionario de la Real Academia Española (DRAE), la define en su acepción más general como «Sentimiento de afecto, inclinación y entrega a alguien o algo».
Se habla de diversos tipos de amor, entre los que destacan el romántico, desinteresado, amistoso. Destaca un tipo de amor denominado “amor propio”, el cual es definido por el DRAE como «amor que alguien se profesa a sí mismo».
¿Qué podemos decir sobre el amor propio?
El amor propio ha sido un tema tratado a lo largo de la historia y forma parte del imaginario social como elemento fundamental de la esencia de la autoestima y valoración del individuo. En este sentido el conocido escritor y dramaturgo, de origen irlandés, Oscar Wilde, al describirlo lo señala como:
«el único amor consecuente, fiel, comprensivo, que todo lo perdona, que nunca nos defrauda, y que nos acompaña hasta la muerte es el amor propio»
De esta forma le asigna un papel determinante e ineludible en nuestras vidas.
El amor propio pasa por el reconocimiento, aprecio y la autovaloración de sí mismo. En tal sentido, a decir de autores como Rousseau :
«nadie puede ser feliz si no se aprecia a sí mismo»
Por tal motivo, hay momentos en nuestras vidas que para mantener y consolidar esa fortaleza, es necesario tener el coraje de asumir decisiones que pueden ser difíciles, abruptas e incluso dolorosas.
Hasta aquí con esto que no me hace bien, un hábito, un trabajo, una persona, saber cerrar es abrirse a nuevas posibilidades.
Psic. Andrea San Gil
La postura a alcanzar tiene mucho que ver con el amor propio, es aquí donde aflora buena parte de su fibra, firmeza y energía para asumir las decisiones necesarias para preservarlo. El médico y psiquiatra estadounidense de las Universidades de Columbia y Yale lo expresa de la siguiente manera, en su libro «Los mensaje de los Sabios»:
“Quiérase. No se preocupe por las opiniones de los demás. Si de verdad necesita y quiere rechazar alguna oferta u obligación, dígalo”
En síntesis, podemos decir que el amor propio bien entendido y conducido, constituye una fortaleza interna que nos ayuda a mantener nuestra integridad y equilibrio en la relación con los demás.
El amor propio nos hace reconocer nuestras capacidades y ver de lo que podemos lograr y hacer con todas nuestras virtudes. Por lo que también nos ayuda a poder ser consciente de lo que merecemos y si somos conscientes de ver todos nuestros logros y capacidades podemos también saber que merecemos, alejando lo que nos hace sufrir.
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