Helen Keller, una escritora y oradora, sordociega, ha sido un icono en la superación de adversidades, nacida en 1880 en los EEUU, perdió la audición y la visión a los 19 meses de edad por una grave enfermedad. Su más anhelado sueño era graduarse en la universidad y lo logró en 1904, en una oportunidad expresó:
“Nunca agaches la cabeza. Siempre tenla bien alta. Mira al mundo directamente a los ojos”
Venció muchos obstáculos, la valoración a sí misma y su superación, la hicieron un ejemplo que fue reconocido mundialmente. En 1980 el Presidente Carter, decretó el 27 de junio como el día de Helen Keller.
«Desde mi perspectiva la autoestima es la seguridad de sentirnos capaces de enfrentar cualquier situación en la vida y al mismo tiempo sentirnos merecedores de felicidad»
Psicóloga Andrea San Gil
Esta perspectiva se evidencia totalmente en el caso Keller, demuestra una autoestima auténtica, indiscutible que permitió a pesar de las adversidades su desarrollo en aspectos que algunos consideran imposible. Muy probablemente, a personas con menos impedimentos les ha sido difícil superarlos. Al establecer el paralelo entre superar o no alguna adversidad, la autoestima juega un papel significativo. La inseguridad, el no amarse a sí mismo, ni sentir orgullo de lo que se es, surgen comúnmente de problemas en la autoestima.
«Con frecuencia las personas que tienen problemas de autoestima dudan acerca de sus capacidades o de lo que piensan que merecen.»
Psic. Andrea San Gil
En general el tener problemas de baja autoestima se conoce como subestimación, evidentemente esta condición tiende a configurar escenarios en los que el individuo carece de la fortaleza necesaria para afrontar su realidad, genera dificultades que a veces son producto de la imaginación, algo similar a los molinos de viento del Quijote de la Mancha. En otras palabras, barreras a veces infranqueables que emergen de la persona misma.
«Esto les crea una especie de distorsión generadora de miedos tales como “No puedo terminar mi carrera”, “No soy capaz de conquistar a esa persona”, “no merezco que me amen” y cualquier reto o situación que enfrenten estará afectado.»
Psic. Andrea San Gil
La otra cara de la moneda de la autoestima, se contrapone con la subestimación, es conocida con el nombre de sobreestimación. Se manifiesta cuando la autoestima es desmedida, su presencia en un individuo suele inhabilitarlo para ver la realidad, tiende a concebir escenarios en los que cree tiene características o cualidades que le dan ventaja y/o superioridad.
La sobreestimación y la subestimación, generan alteraciones en lo que debe ser una autoestima armónica equilibrada, capaz de permitirnos ver la realidad lo más objetivamente posible. Lo ideal es lograr desarrollar un nivel de autoestima que nos permita una vida equilibrada y sana.
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